Alguien nuevo llega a casa y le damos la bienvenida con... galletas!

Y digo "alguien" porque es casi como una personita, trabajadora como la que más, le gusta el rosa como a mi y también tiene sus corazoncito, le gusta que la traten con cariño, mimo y entrega... y así lo haré!! Os presento a mi nueva compañera de piso:

Os reconozco que tenía muchas dudas a la hora de elegir el color, porque como podéis ver en las fotos, no pega PARA NADA con la cocina, pero mi mundo es rosa, mi color es el rosa y por qué iba a elegir otro color? Así que no, no pega en la cocina pero pega conmigo :)

Punto y aparte, además de lo contenta que estoy de haberla recibido tan pronto gracias a Ingrid de Mylovelyfood lo primero que he hecho para ponerla a prueba, ha sido la masa de las galletas. Puedo decir con firmeza que la gran diferencia a la hora de amasarlas vs lo que hacía mi adorada Thermomix es un mundo. Las grandes dimensiones del vaso mezclador no tienen nada que ver, y la potencia de la pala hace que la mariposa de la Thermomix sea tan blanda como el vuelo de una ídem :)  Que no se me enfade mi antigua compañera de batallas, la pobrecita lo intentaba hasta que sus cuchillas decían no puedo más y hasta el día en que vi en accion a la KA, era suficiente. 

La cosa es que ni siquiera parece que la masa adquiera la misma consistencia siendo la misma receta exactamente. Por no hablar de la glasa, mi gran temida. He podido, gracias a mi KA y al curso intensivo de Sofía practicar MUCHO esta tarde. Os enseño un par de cositas y en cuanto pueda hago una nueva entrada con una dedicatoria especial.

Conocéis a Charlie Harper, de la serie Dos hombres y medio? Pues resulta que compré el cortador de muñeco de gengibre y mientras lo estaba decorando, improvisando con los colores, no podía hacer más que reirme de ver a quien estaba dibujando. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Obviamente no por el pelo castaño claro, pero la camisa horetera no os recuerda? 

 La muñeca de gengibre se ha convertido en Juanita la manca, ya que se me ha partido al sacarla del horno, la pobre, la glasa no ha podido hacer mucho más por ella 
y su mano izquierda :)










Y por ultimo, tres de los diferentes corazones que he decorado, todo hay que decirlo, esto necesita mucha práctica, mucho pulso, mucho tiempo y mucho amor 

Con eso os dejo, muchos besos