miércoles, 25 de abril de 2012

9 años de amor... 25/04/2003


25 de Abril de 2003, Córdoba. Después de una semana lloviendo, despierta un dia de pleno sol y 34ºC a la hora punta en que Jesús y yo nos casamos. En el lugar perfecto, el salón de los mosaicos del Real Alcázar de Córdoba. Con sus maravillosos jardines en flor, con un sol resplandeciente que ilumina nuestra inmensa felicidad. Fue un dia perfecto, con la mejor compañia, los justos y necesarios, nuestros padres, hermanos y mejores amigos. 




Hoy hace 9 años de aquel día y puedo decir que cada día a su lado es más especial, cada día que pasa le quiero más y mejor, porque llena mis horas de alegría, de sonrisas y magia, porque no necesitamos nada más que nuestra burbuja para tenerlo todo, porque es mi mejor amigo y quien lo sabe todo de mi, porque es el padre de mis hijas y porque lo es TODO para mi.


Para celebrar un día tan especial, unas galletas como estas:



Aunque Jesús no llevaba frac ni raya al lado ni mi vestido era bordado con pedrería ni llevaba moño, sí que llevaba un bonito ramo de rosas blancas como mi niña-galleta. Como él siempre dice, no dejes que la verdad estropee una bonita historia, jajaja...


Así que aqui estamos, 9 años después, celebrando nuestro día con unas galletas de boda, tan bonitas como aquel día... o al menos a mi me lo parecen :) Espero que tambien os gusten a vosotr@s!



Y aqui os dejo una de mis fotos favoritas, de recuerdo de ese día tan maravilloso


Sweet kisses

jueves, 5 de abril de 2012

Restaurante Emperador... Port vell- Barcelona

Contando el privilegio que supone el domingo poder comer hidratos a la hora de comer, porque me da permiso la dietista, llevaba semanas con antojo de un buen arroz, una paella, arroz negro o lo que más me gusta, un arroz caldoso.

Aprovechando un domingo de radiante sol, paseamos por el puerto, viendo peces en el Aquarium, atravesamos el puente de madera hacia el Maremagnum, algo que, sinceramente, hacía meses (más de un año y quizas hasta dos) que no hacíamos. 

Y tras la visita a los tiburones nos dirigimos al restaurante Emperador, donde ya habiamos estado otras veces, cuando Lucia era pequeña. Esto ultimo lo vimos en la diferencia en el precio del ticket, jejeje. Pero un día es un día, y he de decir que merece la pena desear durante tanto tiempo un arroz como ESE, y seguir viviendo de su recuerdo durante otros tantos meses. Porque hay que decir que no es barato. Pero viendo precios, al final cualquier arroz de marisco no va a costar 6€ por persona, asi que mejor ir sobre seguro a un sitio donde sabes que manda la calidad.



Y qué decir de ESE arroz? Que han pasado 4 días y aun recuerdo su sabor. Que merece la pena comer hidratos solo una vez a la semana si lo disfrutas como con ESE arroz. Con gambitas, sepia, cigalas, mmmm, salivo solo de recordarlo. Mientras escribo, me pregunta mi marido si disfruto haciéndome daño hablando de ello 4 días después, ojalá pudiera volver este mismo domingo... citando a ese gran icono cultural como es  Belén Esteban, por ESE arroz yo MA-TO!

En serio, si pasáis por el Port Vell de Barcelona os lo recomiendo de corazon. El restaurante interior es grande, decorado con buen gusto, en tonos amarillos y madera, con una gran pared de los famosos, en la cual podremos divertirnos viendo quién ha estado ahí con anterioridad. Y una terraza con unas vistas espectaculares del puerto (aunque en verano y dias ricos de sol como estos de primavera hay que reservar con dias de antelacion si quieres la mesa en la terraza) y comida deliciosa. 

Para empezar, una carta de entrantes de calamares, almejas, mejillones, gambitas, etc, o si lo preferís, un buen plato de pan con tomate (recién tostadito y delicioso) con un tremendo jamón ibérico. Y si bien me he ceñido al arroz caldoso, qué decir del resto de arroces, pescados, carnes, y deliciosos postres.

Como os digo, altamente recomendable aunque solo para una vez cada muuuucho tiempo y como cosa excepcional para bolsillitos modestos como el de mi pequeña familia.

Aqui os dejo la foto recuerdo del Aquarium y del maravilloso día que pasamos  (arroz caldoso incluido)



Sweet kisses

miércoles, 4 de abril de 2012

Esa mujer...


Dicen de las abuelas que son como las madres pero con el doble de práctica... no puedo encontrar una frase mejor para describirla.

Mi abuela es esa mujer que nunca ha soportado que la llamaran abuela, ella es l'àvia. Para todos. Incluso mi familia política (en Córdoba) respeta que ella sea l'àvia, no la abuela. Mi àvia es esa mujer fuerte, capaz de llevar a sus 80 años una casa ella sola sin pedir ayuda, y tenerla más limpia y mejor que nadie. Mi àvia es esa señora con clase, que huele a crema hidratante y a polvos de talco, como digo yo, a limpio. Mi àvia es esposa ante todo, sacrificada como la que más, pero también es madre, es àvia y bisabuela, o lo que se corresponde, besàvia. Es la que hace los mejores macarrones, el caldo que sigue encandilando generaciones y que sabe "a ella"... Es ella la que tiene ese genio que ella tiene, que hace que todo el mundo la respete y la adore a partes iguales. Es ella la que cuando tiene a toda la familia unida siempre dice la misma frase "por mí y se puede acabar el mundo, porque ahora mismo lo tengo todo" y no se equivoca. Tan dura como una roca, como para superar una grave enfermedad y al mes de la operacion estar en casa como si nada, tendiendo la ropa en el balcon apoyada sobre una cicatriz que a todos nos dolería todavía. 

Mi àvia hoy cumple 80 años y hace meses, al enseñarle las fotos de mis pasteles, me dijo "si llego a los 80 te pediré un pastel para mi cumpleaños" Y aunque no me lo pidió, esta tarde iremos a verla y yo le llevaré su pastel de cumpleaños. 




Mi àvia no quiere que le regalen flores porque dice que están más bonitas en el campo, que los ramos de flor cortada no duran y las flores se estropean a los pocos días. Por ello, en su 80 cumpleaños yo voy a regalarle flores. No por llevarle la contraria. Flores que no se estropean, sino que se funden en tu paladar inundandolo de un dulce sabor a azucar y vainilla. Una imagen vale más que mil palabras, y si bien estas flores no se estropearán a los pocos días, es solo porque, al igual que las flores cortadas, no durarán más allá de hoy :)






Porque hoy es el 80 cumpleaños de esa mujer, esa dama de otros tiempos que ha sabido actualizarse, cambiar dos veces de moneda, usar un movil, un dvd y un televisor Lcd. Esa mujer que cuidaba de mi, mientras mis pobres padres pasaban horas cuidando de mi hermana en un frío hospital. Esa mujer, esa mujer a la que quiero con locura, aunque la falta de tiempo, las prisas y los demasiados quehaceres me impidan verla tanto como me gustaría. Porque verla mirar a mis hijas es verla reir y disfrutar, de ser más allá que mi àvia, sino su besàvia. Esa mujer que merece no 80 flores en su tarta sino en cada día de su vida.




T'estimem àvia!